Acuerdos vitales para reencontrar equilibrio
Segunda Luna Nueva en cuadratura con Plutón y Júpiter. Al final de Libra, a los 28º del signo de la diplomacia. Si Plutón significa el inframundo, la muerte y el renacimiento, Júpiter es fe, expansión, nuestra conexión espiritual con la fuente. La tensión energética es poderosa. Manténganse firmes, porque Marte (el regente de Escorpio, conocido por los conflictos) se une a Mercurio (el regente de Géminis y Virgo) unidos en las profundidades de Escorpio. El trígono de agua puede sostenernos, por ser emocional y receptivo. No seamos marciales. Neptuno vuelve a Piscis y se encuentra con Saturno allí. Solo en 2026 volverán a estar en Aries (regido también por Marte, al igual que Escorpio) en esta conjunción que, por ahora, se realizará en Piscis, junto al Nodo Norte. Se siente la densidad, la tensión es física y casi visible. Todos los que estamos vivos elegimos vivir estos momentos desafiantes y aprender de ellos la osmosis necesaria para seguir adelante. Rumbo a una humanidad empática y a una conciencia mayor de que todos somos, individualmente, una diferencia en en los espacios en los que nos movemos, dependiendo de nuestras elecciones. Lo colectivo en manos del sujeto individual. La guerra no nos queda bien. La paz es el objetivo planetario para lo colectivo. Que la angustia disminuya. Que nuestra esperanza y resiliencia crezcan, que los acuerdos mantengan la buena voluntad de los hombres y contagien de paz al mundo. Los niños no sobreviven a las guerras. Seamos como los niños, todos. Miremos la perspectiva del otro y no solo la nuestra. La astrología explica las energías disponibles. Nos corresponde a nosotros gestionarlas. La acción ocurre. Nosotros elegimos cómo responder a ella.
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