Neptuno ataca de nuevo
Sentí los tránsitos de Neptuno, Saturno, Plutón. Cómo intuía la llegada de la menstruación en cuotas mensuales, cómo intuía las pesadillas de perderte. Pero no es de vosotros de donde vengo a escribir. Si no es por ti. Nunca dije: No, no me lo merezco, no, no quiero, no puedo, no tengo ganas. Ser humilde es casi como ser nacionalista. Practicante de revivalismos. Obediente. Tomé un título en aceptación. Doctora en pérdidas y daños, y maldita sea si eso no me hizo una chica más fuerte. ¡A qué puto precio! Las migrañas, el dolor en el omóplato, la sinusitis y la mala circulación, el vaquero marlboro sudando y fumando como un artista deseable y yo sudando y comiendo el pan que el diablo amasó para poder olvidar, no al artista sino a todo el escenario, la tabacalera, las hojas de mascar, Ni siquiera puedo escribir, recuerdo el cigarrillo, hijo de puta de Chaparro, las cenizas en el cenicero, las canas teñidas de color blanco y negro, las quecas contadas igual a cero, el galón ¡Y el brindis por engañar al hemisferio, todo esto que se junta no vale nada, nada es nada! Esta estructura está obsoleta, y ahora, si viene un viento más agradable, tengo que salir al porche o abrir todas las ventanas. No es que 45 años después, me despierto y todo sabe a cigarrillos y ya no soporto el olor, el color, el emblema, la fotografía del pulmón lleno de alquitrán, pero lo venden de todos modos, para los que quieren un poco de cáncer, siempre se puede arreglar, ¡para adultos y niños! ¡Como los chicharrones! Hijos de puta y pagamos impuestos para estar pegados a las enfermedades, a los placebos, a las epidemias, a las consecuencias de las inyecciones y las vacunas, dramaturgia viviente de la sordera súbita, hijos de un murciélago sin piedad ni piedad que se hacen pasar por médicos y huyen de la enfermedad de la realidad, que solo quieren tratar enfermedades con pedigrí, porque a los demás hay que joderlos, flatulencia y enfermedad IMI, la falta de inmuebles para alquilar o el descuido con que el gobierno trata los bienes comunes, dejando a los ciudadanos en la calle del frío y la amargura, que es este gobierno que es, es lo que será, fue, será, será, será, maldito, si pudiera ser, sería una sinfonía y no un signo redondo de dólares de cortezas, Todavía discriminan a la inmigración, que es la única mano de obra barata y cruda que cree en la República. Vivimos en otro cavaquistão, vivimos al borde de nuestra especie, ¡al borde de la mierda!
Si me preguntaste en ese momento: Entonces, chica, ¿no dices nada? ¿Ni siquiera una niña, una raiva mascota? ¿Un duelo interno oculto? Y yo, que me acostumbré a soportar tormentas y silenciar gritos, me obligué a cambiar. Transmuté, eso es lo que era. ¡Con la enorme ayuda de Plutón! Fue una de esas bofetadas a las que nunca nos acostumbramos, este cuadrado angular, con los planetas natales de largo recorrido, que te jodan, puedes aprender todos los idiomas, aullando a la luna y al sol en una resaca navideña, pero créanme, no es más que eso, ni hace mella en el cielo. Y yo, que soy del buen tiempo, que vi las monstruosas fotografías de Lisboa deshechas, como una bolsa de nueces rotas tras el martillo de Navidad, yo que vi bailar las tierras a su alrededor como faldas nazarenas, te digo que no hace mella en el tiempo de ser y de ser escrito, porque todo está señalado allí, con todos los anchos y amplitudes, grados y centígrados, si no crees, mira, lo sentimos, he visto las ráfagas de agresividad arrebatarme a mi padre, hermano, abuelos, todo, ser arrancado, te digo que se escribió hasta lo que no quieres creer ahora, hasta las estatuas fueron jodidas en el terremoto, tuvieron que inventar nuevas efemérides para que la memoria y la imaginación siguieran corriendo por nuestra sangre, Pero se necesitó más que eso, dos seres humanos follándose entre sí, fertilizando a una nación ya jodida por la injusticia y tanta falta de amor y perdón. Pero todo está en los anales, en el En los anales de la historia, todo está ahí, confirma Morcão, las obscenidades, los malos políticos, los primeros gritos de la manada, la revuelta, la ebullición, el cono, las cenizas, la catadupa, el sesgo, la progresión de la revuelta, los iconos que necesitamos liberar, los credos en la boca, las castañas calientes de Resende y los Papás Noel de chocolate y los verdaderos, vestida con vestidos de calicó rojo, de Santa Catarina arriba, o abajo, según de qué lado llegues. Agencias de viajes promoviendo el fin de año que no debe mezclarse con el fin de todo, que puede ser, al fin y al cabo, según la perspectiva, el principio de todo, de un todo que está vacío y delgado de esperanza o gordo y sano de alegría, de tostadas francesas, de pasteles de bolina o nubes de algodón de azúcar, a elección del cliente. Los mirones, el olor a abundancia y el recuerdo de las facturas pagadas, el ruido del portátil y la grapadora, las bocinas que llenan la calle de ilusiones de que el mundo está despierto, pero no, es la mierda de la niebla de Neptuno la que ya está haciendo el truco ¡Saturno, en esa puta plaza! ¡Y dicen que prefieren la oposición! Prefiero los sextiles aquí e incluso he firmado una petición para liberar el cosmos de la mano de razas idiotas y conservadoras. Y ya funciona con una gran cantidad de firmas promovidas por la inteligencia artificial. Quiero saber si los alienígenas llegan antes de Navidad o en la víspera de Año Nuevo. A mí, dame lo mismo, siempre y cuando traigas a Bill, porque para Neptuno, Neptuno y medio y por cierto, viene Urano, así, de repente, como un chasquido, como estar dormido y despertar en pleno vuelo en la ciudad, en pijama y acostado en la cama, cuando mi cama vuela. Eso es todo Nicolás, quiero un Urano como este, nada pedestre, nada ecuestre, nada presumido, nada esperado, contemplado, de lo ya vivido, agotado, pervertido, quiero un Urano rebelde, nuevo, un chasquido en esos labios para despertar de la bruma de Neptuno y reconocer a Saturno por segunda vez. Y desde lo alto de ese sueño, te desmontas de la cama, del pijama, te desmontas de las zapatillas, de los grilletes y lo coges con tu regalo anticipado, de pie entre los clérigos para llevar una ginjinha y subes todo y cortas la ciudad en rodajas, pasas el piojo, después de las galerías de nagasaki, doblas la esquina de Cedofeita y te detienes en 77, para componerte, Y vas al pingüino y de ahí sacas la poesía de la noche y huyes del gato callejero, con el tiempo, y raspas en la noche frío, bebes hasta olvidar la fecha del año anterior, te olvidas de la Navidad, del Año Nuevo, y con suerte, hasta te olvidas de que tienes otro año entero de desgaste, facturas, malos políticos, de conformismo ajeno, de debates instructivos sobre la justicia, sobre los establos del Estado, sobre los policías y mucho más. Haz lo que te digo, obedece todo, un día llega la recompensa, está escrito y si no me crees, cree al menos en la jurisprudencia divina que traerá Urano, junto con la resistencia para restablecer el orden en el caos. Cálmate, que son otros quinientos, bebe otra ginjinha que está en la casa, engaña a tu cuerpo con cachaça y nueces, empieza a invertir en criptomonedas, chico, o en cartón para las manifestaciones del próximo marzo, apuesta por la gasolina, por la benzodiazepina que tendrás que chupar, por la garganta, por el intruso, lo que ha llegado es suficiente, Por otra parte, lo que se ha manifestado como imprevisto, doctor, las escuelas en este país funcionan como hospitales de maternidad, en el imprevisto del niño por nacer, en el extremo del paquete. ¡O un hombre o un ratón! Todos cierran por falta de profesionales que se jubilen todos a la vez, aquí está el 4 de diamantes del que hablaba, el avaro que se extiende a todas las profesiones, no es solo a los maestros. O el siete de copas, que son tantas posibilidades, ¿ves? ¡Todos emigran, como decían los Passos más papistas de la nación, emigren y que gasten por su cuenta! Antes, solo se podía ser maestro después de tener un doctorado o ni siquiera tener un título, y ahora, se repite la fachada del siglo XVI, que la O entras sin licenciamiento o vas a ser Profesor Doctor Ingeniero allá en la quinta de la provincia de Avieiro, donde hay mucha niebla y arena, que esto de ser político llega al extremo de la unción, político y a medias, descubrirás, en lugar de la lamprea, donde estos años han estado escondidos todos los submarinos de Portas y te juro, Como en las tropas, el día del juramento de la bandera, juro que un día, en un hermoso día de hablar y escribir portugués, buscaré a todos mis antepasados y tomaré en sus bocas para saber que ningún sistema social funciona sin cargos, ninguna democracia vive de laissez faires, nada funciona bien o torcido, solo de derechos y sin obligaciones, y puede haber elecciones, manifestaciones de intención, pero mis muchachos, basta con tener un hermoso día de verano, una terraza, cualquier atracción, Un concierto de Navidad o un concierto de Superbock y cambian los bês por los vers, las urnas por los coches de choque, los futurismos por los kingless o el rock y todo vuelve a una dictadura que comienza con la aparición de una democracia poco interesante, desinteresada, donde el barniz de la educación se agrieta a cambio de nada, ¡nada! Donde se ponen los gemelos al frente de la línea de la salud, los estafilococos con bacoco que es más de lo mismo, la progenie y los padrinos de semblante, de tal magnitud que ni siquiera el memophant mismo ya se asombra, tú que te levantaste de una cama en Marquês o Rua Augusta, tú y todos nosotros, tomamos con la agresividad de una cuadratura de Saturno en la carta natal de este país y bien podemos llorar baba y mocos, Que la dictadura se instala en un país que se quiere o no, o que hay que arremangarse y hacer la guerra para volver a ser libres. Pero este soy yo debitando con seis meses de anticipación, seco, sin absenta ni olor a ginjinha, porque si voy a Oporto, no tendrán que llevar conmigo la letanía de mi mercurio cruzado por Neptuno para hacer una cuadricaricatura del país que me vio nacer. ¡Si voy a Oporto, amigos míos, la verborrea del aviso muere porque soy tu amigo y nace otro que la tierra no comerá sin vino espumoso! Y ahora Smog demuestra que es mejor, mucho mejor que el asti o el propio trampe.
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