Al Qabri Ramos
Monólogo de renuncia tardía
Corremos con la esperanza de la luz eterna
Lo que teníamos en mente: Amor incondicional
que aboga por la inocencia y exige
Magia más allá de la desesperación.
El amor corrió desde el corazón hasta los labios,
a la rutina, al cansancio y al agotamiento
Al fin y al cabo, solo la niña, el lobo,
Las canciones son eternas...
¡Ojalá pudiéramos ser eternos!
¡Y me alegro de que no haya sido así!
Y a eso lo llamo evolución
Y entonces el miedo se me quedó grabado
en la voz y cuando te respondí ya no éramos más
El nosotros, éramos yo y el miedo, uno al lado del otro
Y estabas atrapado en una vanidad exagerada
Que tú estabas y yo estaba al borde del abismo
Tú, apoyándote en Narciso,
pervirtiendo la palabra y la obra
¡Prediqué hacia adelante, temblando,
en mis propios cismas!
Nunca podríamos ser uno (ser dos)
Y la ambición, no podía ser contigo
y menos para siempre.
Y te agradezco esta renuncia,
Renuncia tardía, sin embargo
Comentários